Si tienes perro, seguro que te ha tocado limpiarle, curarle y desinfectarle una herida en alguna ocasión.
Lo más probable es que, cada vez que te haya tocado hacerlo, hayas recurrido a las mismas técnicas de curación que hubieras empleado con una persona.
Pero, ¿está eso bien?, ¿se debe curar la herida de un perro como si fuese la de una persona? Veamos cómo responden los expertos a la pregunta de cómo curar una herida a un perro.
¿Cómo curar una herida a un perro?
Lo primero que debes hacer es observar si se trata de una herida superficial o profunda y, también, si sangra mucho o poco. De esta forma podrás determinar si la lesión reviste o no gravedad.
En el caso de que aprecies que se trata de una herida grave, es importante que mantengas la calma, ya que los nervios no te permitirán actuar de forma rápida y diligente como se debe en estos casos para minimizar consecuencias.
Si ves que la herida sangra mucho, trata de buscar un paño, un trapo o una prenda de ropa para taponarla primero y presionarla después hasta cortar la hemorragia.
Una vez lo consigas, improvisa un vendaje provisional y mete a tu peludo en el coche para llevarlo al veterinario lo antes posible. El tiempo, en estos casos, puede resultar decisivo.
En el caso de que a simple vista detectes que se trata de una herida superficial como un corte, una raspadura o una quemadura leve, procede a curarla siguiendo el paso a paso que recomiendan los veterinarios.
Cómo curar una herida a un perro paso a paso
Te explicamos la rutina que debes seguir para curar la herida de un perro, pero no dudes en acudir al veterinario si la gravedad lo requiere:
1- Prepara a tu perro para la cura
Antes de proceder a curarlo, recuerda que, por muy bueno y tranquilo que sea tu perro, es posible que intente morderte mientras le curas, por lo que te recomendamos que recurras a un bozal y, si no tienes, a la ayuda de alguien para que le sujete y así poder curarlo bien.
2- Limpia la herida con suero fisiológico
Para limpiar la herida lo ideal es utilizar gasas estériles o un paño limpio, ya que el algodón tiende a desintegrarse y a dejar trozos en el interior de la herida.
En el caso de que no tengas suero fisiológico en casa puedes cambiarlo por un poco de jabón diluido en agua.
El objetivo de la limpieza es retirar cualquier rastro de suciedad que pueda infectarla. De ahí que deba hacerse siempre de dentro hacia afuera para evitar reintroducir los restos de suciedad que se van retirando con la gasa humedecida en suero.
3- Desinfecta la herida con agua oxigenada o yodo
Una vez hayas comprobado que no queda ningún resto que pueda infectar la herida, procede a desinfectarla.
Para ello puedes utilizar tanto agua oxigenada como yodo, por lo que a la pregunta de si se puede curar una herida de perro con Betadine la respuesta es sí, eso sí, siempre que este esté diluido en un poco de agua.
4- Deja que se airee la herida y protégela
Para favorecer la cicatrización deja la herida al aire, ya que si la cubres tardará más tiempo en cerrarse.
En el caso de que tu peludo trate de lamerla o rascarla te recomendamos que hagas uso de un collar para perros convalecientes que le impida hacerlo.
Si ves que la herida tarda más de lo esperado en cerrarse, puedes aplicar un poco de aloe vera u otra crema para curar a tu perro, así como algún producto desinfectante, que acelere la cicatrización.
Cómo curar la herida a un perro que no cicatriza
Si ni el aloe vera ni la crema desinfectante logran cerrar la herida puedes probar con algunos remedios caseros para curar heridas a perros como, por ejemplo, la miel esterilizada o el azúcar. Dos productos con enormes propiedades antibacterianas que facilitan la cicatrización.
¿Qué productos debe contener el botiquín de primeros auxilios de un perro?
- Guantes
- Tijeras
- Gasas
- Vendas
- Esparadrapos
- Tiritas
- Alcohol
- Agua oxigenada
- Sal yodada (Betadine)
- Suero fisiológico
- Termómetro
- Collar isabelino
Como ves, se trata de productos básicos de primeros auxilios, por lo que los podrás encontrar en cualquier farmacia o parafarmacia, además de en cualquier clínica veterinaria o tienda de animales.
Dicho esto, si eres demasiado aprensivo o no te ves capacitado para llevar a cabo las curas que necesita tu perro, no te lo pienses dos veces y mete a tu amigo de cuatro patas en el coche para llevarlo al veterinario.
Una vez salga de allí, recuerda incrementar tu ración de mimos hasta que se recupere por completo. Tu peludo te lo agradecerá.
